
Porque
el sindicalismo de clase no tiene horarios ni pierde fuelle y por supuesto no
descansa en la lucha, una vez mas ayer lo demostró cuando pasadas las diez de la
noche comenzaron en las principales ciudades del país las concentraciones
convocadas por CCOO y UGT para insistir en su rechazo a la reforma laboral. La
protesta, que se repetirá a las doce de la mañana de hoy jueves, se produce a
pocas horas de la previsible aprobación por el Congreso de los Diputados de la
reforma laboral, y con ella los sindicatos han querido dejar patente su
voluntad de luchar "a cualquier hora", de día o de noche, contra una
reforma laboral injusta, inútil e ineficaz. Este atropello a los derechos de
los trabajadores y esta anticonstitucional reforma merece una contestación y se
equivocan quienes piensan que con su aprobación en el Congreso las movilizaciones
van a terminar, la lucha obrera solo acaba de despertar de su letargo y no
parara hasta que se respete la dignidad y derechos de todo el pueblo.